La jueza Ruth Bader Ginsburg fue dada de alta de un hospital de Baltimore, Maryland, después de ser tratada por una posible infección, dijo una portavoz de la corte el miércoles, en el más reciente problema de salud para el miembro más antiguo de la Corte Suprema de Estados Unidos.
Ginsburg, de 87 años, regresó a casa y está «bien», dijo la portavoz Kathy Arberg en un comunicado. La magistrada se sometió a un procedimiento en el Hospital Johns Hopkins el martes para limpiar una férula (stent) del conducto biliar que le fue insertada en agosto pasado, dijo el tribunal.
Ginsburg fue examinada inicialmente en un hospital en Washington el lunes por la noche después de experimentar fiebre y escalofríos, según el tribunal.
La salud de Ginsburg, la principal miembro liberal de la corte, se vigila de cerca porque una vacante en la Corte Suprema podría darle al presidente republicano Donald Trump la oportunidad de nombrar un tercer juez para la corte de nueve miembros y moverlo más hacia la derecha.
Actualmente, el tribunal tiene una mayoría conservadora de 5-4, incluidos dos jueces nombrados por Trump: Brett Kavanaugh en 2018 y Neil Gorsuch en 2017.
El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, aseveró a los periodistas que si había una vacante en la corte, se podría esperar que Trump elija rápidamente a un candidato y busque una confirmación rápida por parte del Senado. Meadows agregó que la Casa Blanca se alegraba de que Ginsburg hubiera salido del hospital y estuviera bien.
Ginsburg ha experimentado una serie de problemas de salud en los últimos años, incluidos episodios de cáncer de pulmón y de páncreas. En mayo, se sometió a un tratamiento no quirúrgico por un cálculo biliar que había causado una infección.
Fue hospitalizada en noviembre pasado mientras sufría de fiebre y escalofríos, pero regresó a trabajar en la corte el día después de ser dada de alta.
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