

IDA dejó su huella de destrucción en varios estados del noreste estadounidense. Mientras crece el número de víctimas mortales, más de 45 hasta ahora, y de damnificados que lo perdieron todo, cientos de brigadistas trabajan de manera incansable para rescatar a personas atrapadas en sus propias viviendas tras las masivas inundaciones. Desde Nueva York, uno de los estados más afectados, nos reporta Laura Sepúlveda.