Ferguson, MO • Han pasado diez años desde que Michael Brown Jr., un joven afroamericano de 18 años, murió por disparos de un policía blanco en Ferguson, Missouri. Este incidente, ocurrido el 9 de agosto de 2014, desencadenó protestas a nivel nacional y dio impulso al movimiento «Black Lives Matter«. Diario Digital STL cubrió lo ocurrido y los eventos siguientes por 18 meses.
Este evento marcó la historia racial de Estados Unidos y puso en descubierto la brutalidad policial y como un alto índice de hombres y mujeres afrodescendientes desarmados acabaron baleados por la policía.
Ferguson se convirtió en el punto de inflexión de una comunidad que estaba harta de ser sometida al racismo institucional de los gobiernos municipales, que en el caso de Ferguson abusaban a sus comunidades negras con altas tasas de infracciones de tránsito, arrestos por delitos o infracciones menores y el balance de muerte que ocurría después de un contacto con la policía.
Nada más en el último año, 1100 personas afrodescendientes han resultado muertas por contacto con la policía. Recientemente, una mujer negra fue baleada en su propio domicilio después de llamar a la policía para ayudarla.
A una década del trágico suceso, Ferguson ha experimentado cambios significativos. La ciudad eligió a su primera alcaldesa afroamericana y contrató a su primer jefe de policía negro. El consejo municipal cuenta ahora con una mayor representación afrodescendiente. Además, los oficiales de policía ahora utilizan cámaras corporales, una práctica que se ha extendido a nivel nacional desde el incidente de Brown.
En 2017, se inauguró el Centro de Empoderamiento Comunitario de Ferguson, ofreciendo programas de capacitación laboral y otros servicios. La Liga Urbana ha ampliado su presencia en la región, y recientemente recibió una donación de $125 millones de Centene para establecer un campus multifuncional en el condado norte de St. Louis.
Sin embargo, los desafíos persisten. A pesar del aumento en el uso de cámaras corporales, siguen ocurriendo incidentes de personas afroamericanas desarmadas siendo abatidas por la policía. Un caso reciente en Springfield, Illinois, donde una madre de dos hijos fue fatalmente baleada por un oficial, subraya la continua necesidad de reforma policial.
El legado de Michael Brown Jr. perdura. Su padre, Michael Brown Sr., lo recuerda como «alguien que la gente amaba». La tragedia de Ferguson sigue impulsando conversaciones sobre justicia racial y reforma policial en Estados Unidos.
El viernes 9 de Agosto, fecha en que se celebraba el aniversario de la muerte de Michael Brown Jr., la policía reportó intervenir en unas protestas violentas que resultaron en múltiples arrestos y por lo menos un agente de policía herido. Detalles de lo ocurrido no fueron inmediatamente aclarados por las autoridades y se prometió divulgar estos detalles el sábado.
Durante la jornada memorial, miles de familiares, amigos y miembros de la comunidad marcharon desde la escuela superior de Normandy hasta Canfield Drive, lugar donde Brown Jr. encontró la muerte a manos del agente de policía de Ferguson Darren Wilson.
Wilson fue exonerado de su parte en la muerte de Brown Jr., lo cual desató protestas violentas por muchas semanas después de que se conociera el veredicto por el entonces fiscal del condado Bob McCullough.
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