WASHINGTON (DDN) — El gobierno de EE. UU. anunció el miércoles nuevas medidas para combatir el COVID-19 ante la próxima temporada otoñal.
A partir de finales de septiembre, los hogares estadounidenses podrán solicitar hasta cuatro pruebas nasales gratuitas de COVID-19 a través del sitio web COVIDtests.gov. El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) aún no ha especificado la fecha exacta de inicio del programa.
La iniciativa surge tras un aumento de casos durante el verano y busca preparar a la población para las reuniones familiares típicas de fin de año.
Paralelamente, las autoridades sanitarias instan a la población a aplicarse la vacuna de refuerzo actualizada contra el COVID-19, diseñada para combatir las cepas más recientes del virus.
Fuentes del HHS informan que las pruebas detectarán las variantes actuales del virus. El costo promedio de una prueba de COVID-19 de venta libre es de aproximadamente $11, según datos del año pasado.
A pesar de la mejora general desde 2020, se ha observado un leve incremento en las hospitalizaciones en las últimas semanas. Las estadísticas indican que menos del 25% de los adultos estadounidenses recibieron la dosis de refuerzo del otoño pasado.
Desde el inicio de la pandemia, el gobierno ha distribuido más de 1.800 millones de pruebas de COVID-19, con la mitad enviadas directamente a los hogares. La inversión en pruebas, vacunas y tratamientos asciende a decenas de miles de millones de dólares de fondos públicos.
Aunque las muertes e infecciones graves han disminuido considerablemente, más de un millón de estadounidenses han fallecido a causa del virus desde 2020.
Las autoridades esperan que estas medidas ayuden a controlar la propagación del COVID-19 durante los meses de mayor riesgo para enfermedades respiratorias entre septiembre y marzo.
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