
WASHINGTON (DDN)- Jimmy Carter, el presidente número 39 de Estados Unidos y ganador del Premio Nobel de la Paz en 2002, falleció a los 100 años. Miles de estadounidenses rindieron tributo al expresidente durante las 24 horas que su féretro permaneció en la Rotonda del Capitolio.

En un momento histórico sin precedentes, cinco expresidentes y el titular activo – Bill Clinton, George Bush, Barack Obama, Donald Trump y Joe Biden – se reunieron en la Catedral Nacional de Washington para el funeral de estado. El servicio también marcó el primer encuentro entre Trump y su exvicepresidente Mike Pence desde los eventos del 6 de enero de 2020, cuando ambos tuvieron un distanciamiento por los sucesos en el Capitolio.

La ceremonia incluyó un momento emotivo cuando el hijo de Gerald Ford cumplió un inusual pacto entre los expresidentes Ford y Carter, quienes habían acordado elogiarse mutuamente en sus respectivos funerales. El mensaje, escrito por Ford antes de su fallecimiento en 2006, fue leído durante el servicio. Carter había cumplido su parte del acuerdo durante el funeral de Ford hace 18 años.

La vicepresidenta Kamala Harris y su esposo asistieron junto a numerosos dignatarios y familiares de ex presidentes fallecidos, reflejando el amplio respeto que Carter generó a través de las líneas partidistas, aunque entre los asistidos hubo momentos de incomodidad.

Carter, quien presidió Estados Unidos de 1977 a 1981, dejó una marca indeleble en la política exterior estadounidense con los históricos Acuerdos de Camp David entre Israel y Egipto, y la negociación del Canal de Panamá. Su presidencia también se caracterizó por importantes acuerdos de control de armamentos con la Unión Soviética.

Junto a su esposa Rosalynn, fallecida en 2023 tras 77 años de matrimonio, fundó el Centro Carter, organización que ha supervisado más de 100 elecciones globales y contribuido significativamente a la casi erradicación de la enfermedad del gusano de Guinea en África.
El veterano naval y graduado de la Academia Naval dedicó su vida post-presidencial al servicio humanitario, particularmente a través de Habitat for Humanity, construyendo viviendas para familias necesitadas. Su incansable trabajo en causas humanitarias le valió el Premio Nobel de la Paz.
«Nuestras mayores bendiciones nos llegan cuando podemos mejorar la vida de los demás», dijo una vez Carter, frase que encapsula su filosofía de servicio público y diplomacia. Su legado como defensor de los derechos humanos y la democracia continúa inspirando a líderes y activistas en todo el mundo.
El funeral de estado concluyó una semana de homenajes nacionales al expresidente, quien fué enterrado en Plains, Georgia, su ciudad natal, junto a su esposa Rosalynn.

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