Ciudad México • Cientos de migrantes formados en una caravana migratoria, incluyendo una gran cantidad de niños, con destino a la frontera con Estados Unidos desde Guatemala fueron intervenidos el sábado por fuerzas de seguridad mexicanas dispersando al grupo después de entrar al territorio nacional mexicano.
El grupo de Haitianos, Cubanos y connacionales de varios países centroamericanos se cifraba en 300 cuando salieron de la población de Tapachula, unos cientos más se añadieron a la caravana durante el avance en dirección norte.
Elementos de la Guardia Nacional Mexicana formaron un retén migratorio impidiendo el paso de la caravana. Varios integrantes del grupo migratorio fueron arrestados mientras que unos 200 más lograran evadir las fuerzas de seguridad y alcanzar el pueblo de Huixtla.
Varios testigos a la intervención militar reportan varios casos de maltrato hacia los migrantes arrestados. En algunos casos se reportaron heridos y lesionados entre los migrantes de la caravana migratoria antes de ser abordados a un autobús y despejados del lugar.
Esta última caravana ha sido la más grande en el 2021 en partir para la frontera Estadounidense. La mayoría de caravanas se han formado en Guatemala y últimamente han sido intervenidos por las fuerzas de seguridad mexicana.
La Corte Suprema de los Estados Unidos permitió la continuación de una ley de la era Trump que exige que aquellas personas que pidan asilo por puente terrestre deben permanecer en México para esperar la decisión de aprobación por el Gobierno estadounidense.
El Secretario de Defensa Mexicano Luis Cresencio Sandoval dijo el viernes pasado que la meta principal de las fuerzas armadas mexicanas era de detener «toda inmigración» incluyendo la caravana migratoria que pasan por su territorio desde otros lugares. El Secretario dijo que unos 14,000 elementos de las fuerzas armadas mexicanas se encontraban desplegados en el territorio nacional para acarrear su misión.
Con miles de inmigrantes ya en la frontera con Estados Unidos la situación se ha convertido en una crisis humanitaria sin vista final. Estados Unidos, especialmente el Senado aún controlado por el partido republicano han mantenido su postura antiinmigrante y criticado duramente a el Presidente de relajar las políticas impuestas por Donald Trump durante su pasada administración.
Según la Prensa Asociada más de 15,000 jóvenes se encuentran en campamentos operados por el Gobierno estadounidense desde Julio. La disponibilidad de camas se cifra en tan solo 12,000.
Muchos de los casos involucran casos de custodia de los jóvenes que provienen de muchos puntos de latinoamérica. Organizaciones que abogan por el bienestar de estos menores insisten que el proceso es demasiado lento y en algunos casos los menores cuentan con familiares en EE.UU.
Los campamentos que albergan a estos jóvenes fueron construidos para uso temporal de unos meses. Según continua el debate legal sobre estos refugiados la espera se ha alargado sin una clara vista final o solución.
La autoridades fronterizas estadounidense calculan que en julio unas 18,000 personas arrimaron a la frontera con niños no acompañados por sus familiares. El salto representa un 24% por encima del mes anterior. Se calculan unos 200,000 personas llegaron a la frontera este verano, un periodo de baja actividad por razón del calor en el desierto.
Mientras tanto el Servicio de Patrulla Fronteriza ha continuado sus vuelos de remoción rápida que regresa a las personas indocumentadas sin calificación de permanecer en el país a través de un puente aéreo con México y otros destinos latinoamericanos. Las deportaciones fueron pausadas debido a la pandemia.
Con información de AP y VOA
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