Lo que Honduras espera de la apuesta por EE.UU y Taiwán, no por China
El nuevo gobierno de Xiomara Castro ha reconsiderado su promesa de campaña de establecer relaciones con China, como pone de manifiesto su compromiso con Taiwán, cuya relación, según fuentes próximas a la nueva presidenta, no solo va a continuar, sino que «tiene que crecer».
“La relación con Taiwán sigue”, le dijo a la Voz de América, Pedro Barquero, quien hace parte del equipo encargado de diseñar el plan para los primeros 100 días de gobierno de la presidenta Castro, y agregó que es “una relación que tiene que crecer” al igual que la que mantiene con Estados Unidos.
En campaña, Castro dijo que se proponía “abrir relaciones internacionales con China continental”. Sin embargo, el asunto fue reconsiderado ante la urgente necesidad de Honduras de reestructurar su deuda externa. Para hacerlo, necesitará del respaldo de Estados Unidos para renegociar con la banca multilateral en Washington, y también del apoyo de Taiwán para reorganizar sus acreencias con el Banco Centroamericano de Integración, del cual, Taiwán es el socio mayoritario con el 11,43% de las acciones, según la propia entidad.
Fuera de los temas habituales en la agenda con Estados Unidos -como inversiones y asistencia para desestimular la migración irregular y el narcotráfico-, “necesitamos mucha ayuda económica para poder reperfilar la deuda y tener acceso a nuevos fondos y de esa manera poder tener lo que se requiere para hacer la inversión social que se necesita” aseguró Barquero.
Durante la pandemia la deuda pública del país se disparó del 48,7% al 57,4%, en relación al Producto Interno Bruto, lo que le da poco margen de maniobra al nuevo gobierno para ejecutar su agenda social.
Baquero considera que la presencia de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris en la toma de posesión de Castro, es una clara señal de que la relación entre ambos países va a ser muy estrecha y “obviamente vamos a recibir mucha colaboración del gobierno de Estados Unidos para lograr nuestros objetivos”.
Las reestructuraciones de deuda de los países con la mayor parte de los organismos multilaterales pasan por el respaldo de Estados Unidos. La más reciente fue en 2021 cuando la Casa Blanca ayudó a Ecuador con un crédito por valor de 3.500 millones de dólares a través de la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional, para que Quito pudiera pagarle parte de su deuda a China y redujera la dependencia crediticia con ese país.
Deuda externa de Honduras es también con Taiwán
En el caso de Honduras, su deuda externa ascendió a 11.321 millones de dólares, a noviembre de 2021, según el Banco Central de Honduras. Entre 2019 y 2021, durante el periodo de la pandemia, los compromisos con la banca multilateral se dispararon en un 36% al pasar de 4.569 millones de dólares a 6.245 millones.
El excanciller de Honduras en 1994, Ernesto Paz, asegura que la situación fiscal es demasiado apremiante porque el recaudo de impuestos apenas se está ajustando para pagar los gastos de funcionamiento del Estado, los pagos de capital e intereses de la deuda externa.
“Es algo más de lo que invertimos en salud y educación, entonces la prioridad de Honduras es readecuar, renegociar, o en último caso, buscar una moratorio del pago de la deuda porque la viabilidad el país esta comprometida”, dijo Paz.
La deuda de Honduras no es solo con los organismos multilaterales, también le pidió un préstamo por valor de 300 millones de dólares en 2019 a Taiwán, por lo que Paz considera que es una relación que debe cuidarse porque Taiwán también hace parte de la solución para reorganizar la deuda.
“Taiwán es miembro extra regional del Banco Centro Americano de Integración Económica que es una de las pocas fuentes de financiamiento que tienen nuestros países”, aseguró el excanciller.
Durante los últimos años China ha centrado sus esfuerzos en Latinoamérica en establecer relaciones diplomáticas con los países que reconocen a Taiwán a través de préstamos, inversiones en infraestructura y vacunas. Honduras es uno de los 14 Estados que reconocen a Taiwán en el mundo.
“A nosotros, como país no, nos resuelve nuestros problemas abriendo una relación con un tercer país”, asegura Paz, quien considera que, en el campo de la geopolítica, una eventual decisión de Honduras en el futuro de desconocer a Taiwán para establecer relaciones con China no tendría un impacto significativo. “Debilitaríamos la posición internacional de un país aliado como es Taiwán si Honduras abre relaciones con China y eso en realidad no altera la balanza de poder a nivel mundial”, asegura Paz.
Estados Unidos se puso las «pilas» con Honduras
Desde la elección de Xiomara Castro como presidenta, Estados Unidos y Taiwán estuvieron pendientes de conocer la línea que finalmente adoptaría el nuevo gobierno de Honduras frente a China. Antes de las elecciones el subsecretario de Estado de EE. UU. para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols, se reunió con los candidatos y luego en diciembre, la subsecretaria de Estado para Seguridad Civil, Democracia y Derechos Humanos, Uzra Zaya, se reunió con Castro.
Taiwán hizo lo propio para asegurar la continuidad de las relaciones diplomáticas entre los dos países que datan de 1941.
“La presidenta electa ya tuvo una reunión con el vicecanciller de Taiwán. El vino única y exclusivamente a visitarla después de las elecciones” dijo Baquero, el integrante del equipo de transición de Castro, quien destacó la cooperación e inversiones de Taiwán en Honduras.
La investigadora del Centro de Estudios de China y Asia- Pacífico y asociada del Wilson Center en Washington, Cynthia Sanborn, considera que los movimientos de las últimas semanas de Taiwán y Estados Unidos indican que se pusieron “las pilas” para que Honduras no se le fuera al otro lado [China]. Los dos países enviaron comitivas del más alto nivel a la juramentación de Castro incluyendo a la vicepresidenta Harris y al vicepresidente de Taiwán, Lai Ching-te.
Pese al esfuerzo diplomático para mantener a Honduras en la órbita de Taiwán y Estados Unidos, la profesora Sanborn considera que de todas formas “China es muy enfático en tratar de hacer que los pocos países que reconocen a Taiwán rompan relaciones con Taipéi como ya ocurrió en El Salvador y Honduras. Agrega Sanborn que, en el caso de Centro América, al ser “países con muchas necesidades son muy sensibles a lo que el mundo externo les pueda dar la mano”.
Lo que opinan en Taipéi del pulso con China por Honduras
Analistas en Taipéi que conversaron el servicio mandarín de la Voz de América, consideran que es poco probable que Castro corte relaciones diplomáticas con Taiwán después de la intervención de EE. UU.
“No se trata realmente de lo que hemos hecho para consolidar la relación bilateral con Honduras, se trata más del factor estadounidense”, dijo Ko Yo- Chih, profesor asociado de la Universidad Nacional Chengchi, en Taipei.
Chang Kuang- Chiu, profesor Asociado de la Universidad Tecnológica de Chilee en Taipéi, considera que debido a que Washington es el mayor socio comercial de Tegucigalpa, y a que el ejército estadounidense mantiene la base Aérea de Soto Cano en el país centroamericano, la Administración Biden ve “Honduras probablemente como una prioridad”.
Justamente la ruptura de la relación diplomática de El Salvador y Nicaragua se dio en momentos de dificultades entre esos países y Estados Unidos. En el caso de Honduras las circunstancias son diferentes. Por el momento, la Administración Biden ha manifestado su deseo de trabajar con el gobierno entrante de Castro.
* Con la colaboración de Yang An, periodista del servicio mandarín de Voice Of America.
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