Saint Louis • El fracasado proyecto del Trolley de Delmar tiene hasta el 1 de Febrero para presentar un plan de reinicio del servicio o regresar los más de $37 millones que otorgó el gobierno federal para su creación e implementación inicial en el 2018.
ACTUALIZACIÓN – La Alcaldesa Tishaura Jones anunció que recibió una extensión hasta el 1 de Marzo para presentar el plan de salvar el tranvía.
La Autoridad de Transporte Federal fijó el 1 de Febrero como la fecha en que la Junta del Distrito de Desarrollo de Transporte tenga que presentar un plan viable para el restablecimiento del servicio que fue cesado en el 2019 tras demoras en servicio, averías y pésimo manejo.
Los miembros de la junta local son la Alcaldesa Jones, el Ejecutivo Page, el Alcalde de U-City Terry Crow, el Presidente de la empresa de transporte publico Taulby Roach, así como el empresario Joe Edwards.
El servicio, además de sus contratiempos solo generó alrededor de $30mil dólares mientras estuvo en servicio, un saldo que no alcanzaba los gastos operativos del proyecto ni los sueldos de los empleados involucrados en hacer funcionar el sistema.
Mucho residentes y usuarios denunciaron que el servicio no era confiable y a menudo se averiaba en medio camino, dejando a sus viajeros varados y sin opciones alternativas de transporte.
El recorrido del tranvía es relativamente corto, con una trayectoria desde el Museo de Historia en Forest Park al enclave de negocios en el Delmar Loop. La experiencia de montar a bordo del tranvía, se suponía que sería un atractivo nostálgico y turístico para la ciudad. La frecuencia de averías y bajas de servicio dieron al proyecto una mala calificación desde un principio y llegó a tal punto que contribuyó a su fin.
Después de una ristra de fracasos, el servicio fue suspendido indefinidamente en el 2019 por falta de fondos adicionales para sufragar los gastos de reparación y mantenimiento de los tranvías de casi 100 años de existencia. Aun así, entidades interesadas en que el proyecto funcione han continuado empujando para que se reanude el servicio.
JOE EDWARDS
Joe Edwards es dueño de muchos negocios en el Delmar Loop, pero ninguno tan icónico como el Blueberry Hill. El Bar / Restaurante / Salón de Conciertos es verdaderamente un lugar histórico para University City y por décadas ha sido un atractivo turistico de St. Louis. Grandes del Rock como Chuck Berry frecuentaban el lugar a menudo con su legendaria música.
Para Edwards, el Trolley de Delmar representa una gran oportunidad para sus negocios en el Delmar Loop, pero los administradores políticos ven el proyecto como un derroche injustificable de dinero, especialmente en un proyecto que no tiene ganancia.
No es por coincidencia que Edwards ha abogado por la resurrección del Trolley de Delmar ya que este puede ser un gran aliado en traer clientes a sus puertas. Pero la oportunidad también está allí para Forest Park y sus museos, teatros y Zoológico, que con el tráfico turístico en Delmar pueden aumentar su tráfico peatonal y convertir el trolley en una experiencia verdaderamente única en la región.
El pasado Octubre, se solicitó una subvención de $1.2 millones de dólares el cual fue rechazado en base a los contratiempos que ha demostrado el servicio.
Tanto el Ejecutivo Page como la Alcaldesa Jones aseveraron en su día estar en contra del proyecto, ambos han articulado que harán lo posible por preservar los fondos en St. Louis y evitar tener que devolver la suma millonaria al gobierno federal.
EL PROBLEMA CON EL TROLLEY DE DELMAR
Parte del problema es que el proyecto cuenta con 2 trolleys que por su edad se averían con frecuencia. Al no tener repuestos u otras opciones de vagón, el servicio tiene que anularse por completo dejando a los usuarios varados o con incertidumbre de cuando el servicio esté disponible.
Esto muestra la falta de visión en el manejo del sistema. Con un poco de imaginación y la administración adecuada el sistema pudiera tener un impacto positivo y contundente en el panorama turístico / comunitario de la ciudad/condado.
Otro gran problema es que los tranvías son pequeños en capacidad y solo albergan unos 20 pasajeros cómodamente. Para un vehículo turístico este número es muy pequeño y deja largas colas en la estación esperando a otro tranvía que quizás nunca llegue.
La opción de introducir vagones más modernos y con mayor capacidad es casi el único recurso que enfrenta este proyecto. La vías están construidas y la infraestructura para los trolley, sean nuevos o viejos, están instaladas. Solo la opción de cambiar el tranvía a algo moderno con mayor capacidad y frecuencia puede solventar el problema. Sin embargo esta opción requiere invertir más dinero, algo que muchos piensan que es innecesario durante la crisis en que vivimos.
